viernes, 23 de agosto de 2013

Sobre el amor…

Conocer a muchos(as), o estar con muchos(as),  no es condición necesaria ni suficiente para madurar el, y en el, amor. La felicidad no es una puerta que se abre o se cierra. La felicidad es y está.

El amor es compromiso, es entrega. Lo que encuentras cuando vas tras el amor no es  una o varias personas. Te encuentras contigo mismo, con lo mejor y lo peor de ti. Cuando amas a alguien, lo admiras. Cuando amas a alguien, amas todas las cosas y a todas las personas. Cuando amas a alguien, amas sus defectos antes que sus virtudes.

El amor no es como el vino, no es cuestión de probar o experimentar. El amor no es una actividad mercantil, no es cuantificable, no tiene precio, no le interesan las propiedades ni acumular millas. El amor es aprendizaje que crece y madura. El amor no es bonito ni feo. No es una sensación. No es como el microondas, ni como un cartón de leche, ni como un café express.

El amor cambia, se transforma, nunca se destruye.

El que pasa la vida buscando amor, lo más probable es que nunca lo halle. El que crea amar porque necesita a alguien, no ama. El que crea amarse mucho a sí mismo, no ama.

El amor no es asunto de niños aunque requiere de un corazón prístino y virginal.


Quien ama debería conocer la diferencia entre un “te necesito porque te amo” y un “te amo porque te necesito”. 
03 - 09 - 2011


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