El inteligente prefiere callar. El inteligente sabe esperar. El inteligente alimenta su espera con paciencia y esperanza. El inteligente escoge sus batallas. El inteligente no teme pasar por ingenuo, por inexperto, por ignorante. El inteligente no teme ser subestimado. El inteligente puede perder, sabe perder. El inteligente mientras calla y espera; observa, escucha, arma escenarios y estrategias. El inteligente no vocifera ni se ufana. El inteligente no se preocupa por parecerlo. El inteligente actúa. El inteligente no atesora premios. El inteligente suma logros. El inteligente, cuando gana, si es que gana, no lo celebra, lo saborea y sigue esperando…
23 - 01 - 11
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