sábado, 10 de agosto de 2013

CUANDO VOLVAMOS A VERNOS…

A LA MEMORIA DE ANGELO GALDERISI



Cuando volvamos a vernos, nos reencontraremos con indecible alegría. Brazos abiertos, sonrisa al viento, iremos a nuestro encuentro para fundirnos en un abrazo.

Cuando volvamos a vernos, no habrá tiempo, ni espacio, no habrá nada, sólo nosotros.

Cuando nos veamos de nuevo, parecerá que el tiempo no ha pasado, parecerá que todo ha pasado.

Cuando volvamos a vernos, no será necesario ponerse al día, bastará estar uno frente al otro. Con suma serenidad permaneceremos uno junto al otro, el tiempo alcanzará, tendremos todo el tiempo del mundo. Entonces el silencio será bueno y suficiente para decirnos todo.

Cuando nos veamos de nuevo, nos reconoceremos de inmediato, el uno al otro, el uno en el otro.

Cuando nos veamos de nuevo no habrá dolor, ni sufrimiento, ni preocupación; sólo paz y felicidad.

Cuando volvamos a vernos, no habrá tormenta ni oscuridad, será sempiterna primavera.

Nos dejaremos caer con descuido sobre nuestras espaldas sin ningún temor, miraremos arriba, miraremos nada, hablaremos, hablaremos sin palabras.

Cuando volvamos a vernos, nos daremos cuenta de que siempre hemos estado juntos, de que jamás nos fuimos.

Cuando volvamos a vernos, vendrán a nosotros todas las respuestas.

Cuando volvamos a vernos, estaremos vivos, seremos blandos, translúcidos, permeables, seremos luz.

Habremos caminado mucho, pero no sentiremos cansancio. Habremos sufrido mucho, pero no sentiremos dolor.

Habremos vivido, (tal vez), pero no lo bastante. 

Cuando volvamos a vernos, sólo habrá pasado un segundo de tu partida.

Cuando vuelvas, cuando vuelva, cuando volvamos, estaremos todos, seremos muchos.

Todos los recuerdos se irán, se quedarán en otros, habremos dejado atrás todo cuanto pesa, seremos livianos como pluma.

Mientras eso pasa habremos ido y venido muchas veces. Mientras eso pasa habremos empezado y terminado muchas veces. Parecerá que muchas cosas han sucedido, que mucho tiempo ha pasado, que todo ha cambiado…

Cuando volvamos a vernos, seremos lo que fuimos, seremos lo que somos, seremos lo que ha de ser.

Será distinto, será nuevo, será eterno.

Y mientras todo eso llega…

Un rayo habrá cruzado nuestra frente, un cataclismo destrozado el corazón y  un empujón nos habrá dejado sin piso y lanzado a un abismo. Nuestra fe se debatirá en duelo mortal. Y todo cuanto hemos creído estará sobre la cuerda floja.

Será la debacle de nuestras emociones.

Nos desquitaremos con la vida, con rabia libraremos una batalla campal y desigual, a manotadas y dentadas que siempre, al final, nos dejarán agotados y vencidos.

Mientras tanto… Una pregunta nos devanará  el cerebro. Las lágrimas harán surcos en nuestras mejillas, en nuestro cuerpo, en nuestro corazón, en nuestra alma.

Cuando nuestros ojos se sequen, nuestro corazón seguirá llorando.

Mientras todo pasa y todo llega…

Nos regocijaremos en el gozo de los buenos recuerdos. Aflorará del alma trémula la simulación de una sonrisa, en espera de la que apacigua y reconcilia.

Siempre recordaremos, el recuerdo no se irá.

Nos resguardaremos en el amor, el amor que le da sentido a la lucha, el amor que nos dará fuerza.

Y cuando por primera vez, desde el fondo de nuestro corazón, hayamos dicho adiós, sabremos lo que es libertad.

Nos resignaremos.

Seguirá doliendo. El dolor nunca se irá.

Nos ampararemos en la esperanza, la esperanza que le da sentido a seguir luchando. La que no nos permite renunciar.

Seguiremos amando, el amor no se irá.

Seguiremos esperando, esperando en la esperanza de volver a encontrarnos.


(Palabras de aliento impregnadas de amor y de esperanza para todos los que alguna vez hemos sufrido la pérdida de un ser amado. En especial para toda la familia Galderisi.)

04 – 09 - 09



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