jueves, 8 de agosto de 2013

HOMBRE

En uno de sus lugares preferidos, haciendo una de las cosas que más le gustaba: Atizando la leña para preparar el chivo en cajón, en nuestra hacienda "Rasguñao", en la montaña Altos de Paya, Turmero, Edo. Aragua.
Simplemente, El Hombre, Mi Padre.

Demasiado asturiano para ser venezolano.

Demasiado venezolano para ser asturiano.

Su filosofía de vida: el trabajo.
Su orgullo, sus hijos.
Su tiempo: trabajo e hijos.
Fin de vida: todo lo que hacen y quieren hacer sus hijos.
Lugares preferidos: la oficina, el taller, la hamaca, la montaña y la barra de algún bar, tasca o taberna.

Cual caballero andante, siempre cabal y cumplido, pero nunca barbado.

La palabra dada es inquebrantable, que sumada a un fuerte apretón de manos, significa trato cerrado, seguro y duradero.

Como comerciante, malo para la venta, no tanto así para la cobranza, no perdona ningún tipo de deuda.

Como trabajador, intachable, puntual, abnegado y esforzado, no tan doblegado a los intereses de dueños ni jefes.

Como empresario, comprensivo y amigable, aunque el cliente pocas veces tiene la razón y el salario justo es el que él impone.

Como padre, ejemplar, exigente, rudo, firme, protector y benefactor. Como padre, no hay peros.

A los seis años deja la escuela y deja la infancia para ser el hombre de la casa y contribuir con el sustento de la familia.

Aprendió de todo y a hacer de todo.
En la marina aprende de cocina.

Ya hombre deja su patria, deja su pasado y deja su ralea. Para hacer su presente, para echar raíces en esta tierra, encontrar su hogar y su verdadera familia.

En su destierro voluntario es alfarero, constructor, mecánico, chofer, repartidor de colchones, fabricante, comerciante, hasta ganadero y agricultor.

Siempre con buen apetito y gran bebedor.
Nunca necesitó más compañía que la de su mujer y sus hijos.
No tiene amigos ni más familia.
Sus otrora parientes y familiares son ahora, apenas, conocidos por consanguinidad.

Amante del fútbol.
Y más amante del buen fútbol que jugaban sus hijos. Verlos jugar en la cancha es su mejor recuerdo.

Buen lector, aunque no tan ávido.
Sus autores: Cervantes y Julio Verne.
Su libro de cabecera: Don Quijote.

No necesita de sus manos para la pelea, con su voz y su palabra combate, discrepa; profiriendo sentencias contundentes, desafiantes y aplastantes.

No necesita de sus manos para el castigo ni para la reprimenda. Con su voz y su palabra forma y reforma; profiriendo sentencias modeladoras.

Nunca fue niño, siempre ha sido hombre y sabio.

Nunca fue hombre débil. Siempre ha sido fuerte y valiente, porque siempre ha sabido enfrentar y vencer sus miedos.

Nunca ha renunciado a nada, siempre ha alcanzado sus metas y ha logrado sus objetivos.

Nunca ha sido hombre ambicioso. Siempre triunfador y exitoso, porque ha logrado tener más de lo que nunca jamás creyó que tendría y al darse cuenta de ello, supo detenerse y simplemente no quiso ir más allá.

No es hombre que sepa amar, es más bien, hombre que ama.

No es hombre de grandes ideales, es más bien, hombre de ideas y de visiones, es un pensador.

No es hombre que sepa compartir, ni convivir, es más bien, hombre de grandes y profundas soledades.

No es un hombre soñador, es más bien, constructor de sueños.

No es un hombre conversador, es más bien, hombre que sabe decir la palabra justa y necesaria, y sobre todo, hombre que sabe callar.

No es hombre creyente, es más bien, hombre de hechos y de dudas, hombre que sólo sabe creer en sí mismo.

Amante del silencio. Admirador de la intelectualidad. Valora la cortesía, la buena educación y la laboriosidad.

Su soberbia es tal, que no le perdona a Dios el haberle quitado a su primogénito. Su lidia con el supremo halló descanso gracias a la trampa del olvido. (Mi viejo cuando recuerda a su hijo mayor olvida que ya murió).

Hombre que dio vida a dos hombres más y a una mujer.
Hombre que alcanzó a volar en sus sueños.
Hombre de poco juego, de pocas sonrisas.
Hombre siempre en movimiento, haciendo caminos.
Hombre de buena estrella (no de tan buena suerte).


Hombre fuerte, poderoso: todo lo puede, todo lo sabe, todo lo arregla, todo lo soluciona.

Hombre de empuje, emprendedor, pionero.
Hombre de trabajo y familia.
Hombre luchador y peleador.
Hombre de carácter y de mal carácter.
Hombre de ojos grises y cabello cano.
Hombre de brazos portentosos.

Hombre que en algún momento de su vida sólo quiso envejecer y morir con dignidad.

Hombre a quien la vida embaucó, y aún así continúa aferrado a ella.
Hombre que se pierde en el olvido y en la soledad.
Hombre que se entrega al descanso que jamás en su vida tuvo.
Hombre que vive sin vivir.
Hombre que muere sin morir.

Este hombre es mi padre: Antonio Alfredo Carrera Torres. Él me enseñó a ser mujer y enseñó a mis hermanos: Antonio José Y Ramón José, a ser verdaderos Hombres.

Doy gracias a Dios por rodearme de tres hombres maravillosos y bendecirme al hacerme madre del cuarto hombre de mi vida.

Feliz día del padre a todos aquellos que honran su vida y la vida de otros siendo verdaderos HOMBRES!

Domingo, 21 de junio de 2009

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